Como un crocodile internándose en la laguna se mueve la calma.
También acecha.
Se esconde, y mira.
Abre su bocota para que los pajaritos le limpien los dientes,
costo, beneficio, precio y flete.
Energía creadora con sabor a miel.
El lagarto espera bajo el agua, y se mueve, otra vez, como la calma.
En el momento menos previso surge de ahi abajo.
Calma incontrolable.
Hambrienta.
Irresistible.
Así es como se siente.
Imparable.
Es un tren.
Ya tenés el ticket.
Be Cool.
Stonefish Buenos Aires
jueves, 24 de enero de 2008
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