Esos agujeros negros son la nada misma, tan nada y tan todo a la vez.
Son tan inmensos que atraen todo a su paso. En realidad estan quietos casi.
Me he acercado a la orilla a mirar.
No hay nada.
Solo gravedad infinita y torsión.
Y ahora que me acuerdo hay aroma a salitre.
La torsion es tan grande que hasta los deseos se desintegran girando sobre su propio eje,
[cuando entran en él],
confundiéndose unos con otros.
Ni la luz sale de ese lugar.
No vale la pena ni esperar cerca.
Los juegos que por ahi se ejecutan son peligrosos,
dificiles de ganar, y muy fáciles de volverse adicto a ellos.
Conozco ese pasto y esas flores. Tienen olor a azufre.
Sensacion adormecedora.
Espera sin compartir.
Sé muy bien de lo que se trata.
Por eso te pido que tomes mi mano...
¡Ahora me toca a mí salvarte!
Quiero apretar la planta de tus pies con mis pulgares,
y sacarte la lava pegada con mis besos.
Stonefish Buenos Aires
miércoles, 16 de enero de 2008
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